Tutoría 5: 25 de septiembre
Lectura, exposición y discusión del cuento "El fardo" de Rubén Darío
Tutoría 6: 9 deOctubre
Trabajo Práctico: Vista panorámica del programa
¿Cómo está organizado el programa?
Proponé un orden para los autores mencionados en el programa.
¿Podés identificar un vínculo entre lengua, literatura e historia u otras disciplinas, en la formulación del programa? ¿Cuáles?
¿Podés identificar los géneros literarios, sus características y ejemplos para cada uno? Desarrollar.
** Escribir un texto argumentativos que vincule las respuesta de Borges, Gambaro y Castillo acerca del oficio de escritor, extraídas de la revista Acción
Tutoría 7: 16 de Octubre
Preguntas para preparar
1. Desarrollar las características de los géneros literarios. Completar la explicación con ejemplos.
2. ¿Qué es la literatura?
3. ¿Cuáles son las características de la lengua literaria?
Tutoría 8: 23 de Octubre
Repaso final
Tutoría 9: 30 de Octubre
Exámenes
lunes, 22 de octubre de 2012
martes, 18 de septiembre de 2012
Sobre Gusmán, Saramago y Saer
Luis Gusmán
http://www.literatura.org/Gusman/Gusman.html
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Luis-Gusman-repaso-su-relacion-personal-con-la-literatura-y-los-libros_0_685131771.html
http://www.buenosaires.gov.ar/areas/com_social/audiovideoteca/literatura/gusman_bio_es.php
José Saramago
http://josesaramago.org/
http://www.escritores.org/saramago.htm
Juan José Saer
http://www.literatura.org/Saer/Saer.html
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2254
http://www.no-retornable.com.ar/v3/dossier/saer.html
http://www.literatura.org/Gusman/Gusman.html
http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/Luis-Gusman-repaso-su-relacion-personal-con-la-literatura-y-los-libros_0_685131771.html
http://www.buenosaires.gov.ar/areas/com_social/audiovideoteca/literatura/gusman_bio_es.php
José Saramago
http://josesaramago.org/
http://www.escritores.org/saramago.htm
Juan José Saer
http://www.literatura.org/Saer/Saer.html
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=2254
http://www.no-retornable.com.ar/v3/dossier/saer.html
Textos Argumentativos: Gusmán - Saramago - Saer
Discurso inaugural de Luis Gusmán
El tema, que hoy nos convoca es “un futuro con libros”. Sin duda, una expresión de deseo, un anhelo digno de celebrar. Como suele suceder, de este tema se han ocupado en el pasado.
Graham Greene, en su libro La infancia perdida, afirma que las lecturas de la infancia son aquellas que nunca olvidamos y que son las que más han influenciado en nuestra vida. Él, piensa la literatura como una forma de la adivinación. Dice que en la infancia, todos los libros tienen algo de adivinatorio ya que hablan del futuro y porque un chico, todavía no tiene otro pasado que el de sus lecturas. Entonces, el estante de la biblioteca era como una bola de cristal donde el niño soñaba la vida que tenía por venir. El libro, tiene un poder adivinatorio que va influir sobre nuestro futuro. El libro nos cifra antes de que lo descifremos. Es por eso, que los libros despiertan semejante entusiasmo: tienen el poder de la revelación.
El misterio
Me valgo de La infancia perdida porque le otorga a la lectura el poder de revelación. Lo cito: “Recuerdo nítidamente la forma súbita en que una llave giró en la cerradura: yo sabía leer”. La llave en la cerradura ya ha instalado el misterio. Hay un enigma y un mundo por descubrir. Un mundo que incluye desde el miedo hasta la buena ventura. El futuro es del orden de la revelación y pertenece al misterio. A un misterio que no desaparece con el avance tecnológico, ni con el progreso; tampoco responde a ningún esoterismo místico, sino que pertenece a la singularidad absoluta de aquél, que al aprender a leer, se ha transformado en un lector. Y así lo cuento, de a uno, porque cada uno es diferente.
El secreto
Cuando Greene aprende a leer, les oculta el secreto a sus padres. No quería que nadie lo supiese. Él confiesa que mientras no sabía leer estaba a salvo del porvenir, el futuro era de los otros, de los adultos. Una vez que la llave ha girado, el futuro depende de uno. En los estantes, los libros están aguardando a aquel que ha dejado de ser niño y se ha transformado en lector y puede elegir. Es posible que cuando esto nos sucede se nos abre, junto con el misterio, un mundo cargado de incertidumbres pero también la conquista de una libertad irrenunciable; y, por eso mismo, costosa.
Mi generación
Ahora voy a hablar de mi generación. No es esta la ocasión de hacer un análisis sociológico o literario de los años setenta; simplemente quiero contar mi impresión de algo que sucedía en ese tiempo y que tiene que ver con el principio que dirige estas palabras: estoy convencido de que un libro te puede cambiar la vida. Por supuesto que estoy hablando de los que a mí, y a otros de mi generación, se la cambiaron.
La historia
Hablé de los libros y de la lectura ahora voy a hablar de la historia de la literatura. Habitualmente tendemos a pensar si es justa o injusta con tal o cual autor. Por supuesto, con nosotros mismos. Es una historia que cuando se institucionaliza inventa un canon, se vuelve religiosa y apela al método del decálogo, y cuando, por efecto de esa misma institucionalización, olvida y omite, se declara culpable; entonces crea dos géneros que lamentablemente suelen ser póstumos: el homenaje y el rescate.
Esa historia me provoca al menos una pregunta. ¿Por qué confundimos la historia de la literatura con la literatura?
Acaso, cada lector ¿no es el que hace su propia historia de la literatura? Una historia personal, privada. Basta entrar a la casa de alguien y ver su biblioteca para conocer sus manías su orden o su desorden. En ella están sus inclusiones y exclusiones, sus amores y sus odios.
El lector
En esta enumeración he dejado el lector para último término.
Pero ¿qué es un lector? ¿Qué entendemos por lectura? Si siempre nos sorprende que transcurrido cierto tiempo los subrayados que hicimos en un libro no los reconozcamos como propios, parecen como ajenos. Es que en cada nueva lectura se descubre lo que no se había descubierto pero también se ignora lo que se había ignorado, y hasta es posible que nos desorientemos allí dónde nos creíamos orientados.
Es posible que haya construido una figura de un lector un poco heroico, casi épica. Hay otras: el lector distraído, el curioso, el perezoso, el salteado, el aburrido. A través de las épocas, estas figuras aparecen y desaparecen por la misma puerta como los personajes de una comedia de enredos.
La llave
Cuando la llave gira en la cerradura y el cuarto se abre, en ese nuevo ámbito, el lector y el libro son inseparables. Como lo son, Sancho y el Quijote, o Bouvard y Pecuchet. No hay el uno sin el otro. Por lo tanto, un libro siempre va a llegar a destino, siempre va a haber un lector esperándolo porque es el libro el que busca al lector y el lector quien se deja encontrar. A ese encuentro, lo podemos llamar una cita. Por supuesto, como en el amor, hay citas afortunadas y desafortunadas.
Como dije, estoy convencido de que un libro te puede cambiar la vida. Todavía me sucede cuando vuelvo a leer a mis escritores preferidos, y también cuando leo a algún autor que no conozco. Entonces, comienza otra circulación, lo presto, lo regalo, hablo del libro, lo que los libreros todavía llaman: el boca a boca. Es decir, el libro ya está en la lengua.
Yo creo que el poder revelador de la lectura excede la infancia. Sin ir más lejos, hoy le agregamos el misterio y la libertad.
http://www.el-libro.org.ar/internacional/general/discurso-inaugural-de-luis-gusman.html
¿Para qué sirve la comunicación? Un escritor ante las nuevas tecnologías
José Saramago*
Artículo publicado en el nº 181 (enero-febrero de 1999)
de la revista "unión", en sus páginas 38 y 39.
http://www.ugt.es/globalizacion/saramago.htm
Artículo publicado en el nº 181 (enero-febrero de 1999)
de la revista "unión", en sus páginas 38 y 39.
http://www.ugt.es/globalizacion/saramago.htm
Un gran filósofo español del siglo XIX, Francisco de Goya, más conocido como pintor, escribió un día: "El sueno de la razón engendra monstruos". En el momento en que estallan las tecnologías de la comunicación, puede uno preguntarse si no están a punto de engendrar, ante nuestros ojos, monstruos de un nuevo tipo.
Es verdad que estas nuevas tecnologías son también el fruto de la reflexión, de la razón. Pero ¿se trata de una razón despierta? ¿En el auténtico sentido de la palabra despierta, es decir, atenta, vigilante, crítica, obstinadamente crítica? ¿o de una razón somnolienta, adormecida, que en el momento de inventar, de crear, de imaginar, descarrila y crea, imagina efectivamente monstruos?
A finales del siglo XIX, cuando el ferrocarril se impuso como un hecho positivo en materia de comunicación, algunos espíritus pacatos no dudaron en afirmar que ese ingenio era terrorífico y que, en los túneles, las personas iban a morir asfixiadas. Mantenían que, a una velocidad superior a 50 kilómetros por hora, les saldría sangre por la nariz y por las orejas y que los viajeros morirían entre horribles convulsiones. Son los apocalípticos, los pesimistas profesionales. Dudan siempre de los progresos de la razón que, según estos oscurantistas, no puede producir nada bueno. Aunque se equivocan sobre el fondo, tenemos que admitir que, a menudo, los progresos son buenos y malos. A la vez.
Por ejemplo, está claro que el tren es bueno cuando nos conduce a nuestro lugar de vacaciones o cuando transporta las mercancías que necesitamos. Pero es malo cuando traslada a los deportados hacia los campos de exterminio o cuando sirve de vehículo a máquinas de guerra.
Lo mismo que el tren, Internet es una tecnología que no es, en sí misma, ni buena ni mala. Sólo podemos juzgarla de acuerdo con el uso que se haga de ella. Y por eso la razón, hoy menos que nunca, no puede dormirse.
Si una persona recibiera en su casa, cada día, 500 periódicos del mundo entero, y si esto se supiera, probablemente se diría que está loca. Y sería cierto. ¿ Quién, sino un loco, puede proponerse leer cada día 500 periódicos? Tendría que leer uno cada tres minutos, o sea, más de veinte por hora, y eso durante las veinticuatro horas... Algunos olvidan esta evidencia cuando se agitan de satisfacción anunciándonos que, ahora, gracias ala revolución digital, podemos recibir 500 cadenas de televisión. ¿De qué 500 cadenas de televisión quieren informarnos mejor que los 500 periódicos que no podemos, materialmente, leer?
El dichoso abonado a las 500 cadenas se verá, inevitablemente, asaltado por una especie de impaciencia febril que ninguna imagen podrá saciar. Se va a encontrar perdido en el laberinto vertiginoso de un zapping permanente. Consumirá imágenes, pero no se informará.
A veces se dice que una imagen vale más que mil palabras. Es falso. A menudo, las imágenes tienen necesidad de un texto explicativo. Aunque sólo sea para hacernos reflexionar sobre el propio sentido de algunas de ellas, de las que la televisión se alimenta hasta el paroxismo. Se pudo observar, por ejemplo, hace algunos años, durante la última etapa del Tour de Francia, en el sprint final en los Campos Elíseos cuando, en directo, asistimos a la espectacular caída de Abdujapárov. Gracias a las mil nuevas posibilidades de la técnica: con zoom, sin zoom, en picado, en contrapicado, desde un ángulo, desde el ángulo opuesto, en travelling, de frente, de perfil... Y también, interminablemente, al ralentí. Se podría ver al corredor caer de su bicicleta, la cara acercándose poco a poco al suelo, tocando el asfalto, retorciéndose de dolor...
En cada repetición, aprendíamos más cosas sobre las circunstancias de la caída, el cómo y el por qué del accidente, la velocidad, las consecuencias, etc. Pero, cada vez, nuestra sensibilidad se embotaba un poco más. Se iba haciendo algo frío procedente no de la vida, sino del espectáculo, del cine. Poco a poco, volvíamos a ver esta caída con una distancia de cinéfilo diseccionando una secuencia de una película de acción. Las repeticiones habían terminado por matar nuestra emoción.
Se nos dice que, gracias a las nuevas tecnologías, alcanzamos hoy las riberas de la comunicación total. La expresión es engañosa, hace creer que la totalidad de los seres humanos del planeta puede ahora comunicar. Desgraciadamente esto no es cierto. Apenas el 3% de la población del globo tiene acceso a un ordenador; y los que utilizan Internet son aún menos. La inmensa mayoría de nuestros hermanos humanos ignora hasta la existencia de estas nuevas tecnologías. En este momento, todavía no dispone de los logros elementales de la vieja revolución industrial: agua potable, electricidad, escuela, hospital, carreteras, ferrocarril, refrigerador, automóvil, etc. Si no se hace nada, la actual revolución de la información también pasará de ellos.
¿El fin del mundo de la experiencia?
La información sólo nos hace más sabios y más sensatos si nos acerca a los hombres. Pero con la posibilidad de acceder, desde lejos, a todos los documentos que necesitamos, aumenta el riesgo de deshumanización. Y de ignorancia. La clave de la cultura ya no reside en la experiencia y el saber, sino en la aptitud para buscar la información a través de los múltiples canales y yacimientos que ofrece Internet. Se puede ignorar el mundo, no saber en qué universo social, económico y político se vive, y disponer de toda la información posible. La comunicación deja así de ser una forma de comunión ¿Cómo no lamentar el fin de la comunicación real, directa, de persona a persona? Pronto sentiremos nostalgia de la antigua biblioteca; salir de casa, hacer el trayecto, entrar, saludar, sentarse, pedir un libro, tenerlo entre las manos, sentir el trabajo del impresor, del encuadernador, percibir las huellas de los lectores precedentes, sus manos, palpar los signos de una humanidad que ha paseado su vida por ellas, de generación en generación.
Con malestar, se ve cómo se materializa el argumento de pesadilla anunciado por al ciencia-ficción: cada cual encerrado en su casa, aislado de todos y de todo, en la soledad más espantosa, pero volcado sobre Internet y en comunicación con todo el planeta. El fin del mundo material, de la experiencia, del contacto concreto, carnal... La disolución de los cuerpos.
Poco a poco, nos sentimos atrapados por la realidad virtual, que, a pesar de lo que se pretende, es vieja como el mundo, vieja como nuestros sueños. Y nuestros sueños nos han llevado por universos virtuales extraordinarios, fascinantes, por continentes nuevos, desconocidos, en los que hemos vivido experiencias excepcionales de aventuras, de amores, de peligros. Y a veces también de pesadillas. Contra las que Goya nos puso en guardia. Sin que esto signifique, por otra parte, que haya que frenar la imaginación, la creación y la invención. Pues es algo que se paga siempre muy caro.
Se trata más bien de una cuestión ética. ¿Cuál es la ética de los que, como Bill Gates y Microsoft, quieren a cualquier precio ganar la batalla de las nuevas tecnologías para sacar el mayor beneficio personal? ¿Cuál es la ética de los raiders y de los golden boys que especulan en Bolsa y se sirven de los avances de las tecnologías para arruinar a los Estados o llevar a la quiebra a cientos de empresas a través del mundo? ¿Cuál es la ética de los generales del Pentágono que, aprovechando los progresos de las imágenes de síntesis, programan más eficazmente sus misiles Tomahawk y pueden sembrar la muerte en las ciudades de Irak?
Impresionados, intimidados por el discurso modernista y tecnicista, casi todos los ciudadanos capitulan. Aceptan adaptarse al nuevo mundo que se nos anuncia como inevitable. No hacen nada para oponerse a él. Son pasivos, inertes, incluso cómplices. Dan la impresión de haber renunciado. Renunciado a sus derechos y a sus deberes; en particular, al deber de protestar, de insurrecionarse, de rebelarse. Como si la explotación hubiera desaparecido y la manipulación de los espíritus se hubiera desterrado. Como si el mundo estuviera gobernado por necios y como si la comunicación se hubiera convertido en un asunto de ángeles.
* Artículo publicado en el nº 38 de Le Monde Diplomatique (edición española), diciembre de 1998
Este texto retoma, en lo esencial, una conferencia inédita del autor, pronunciada en Alicante, el 29 de marzo de 1995, en el marco de un seminario sobre "Nuevas tecnologías e información del futuro", organizado por Joaquín Manresa para la Fundación Cultural de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
José Saramago recuerda esta conferencia en su libro "Cuadernos de Lanzarote". Diario III, Caminho Editor, Lisboa 1997
El escritor argentino en su tradición
La literatura nacional, desde sus comienzos hasta la actualidad, se ha nutrido de temas violentos que reflejaban los conflictos de una sociedad desgarrada. La violencia, obscenamente desplegada o encubierta, inspiró textos clásicos como Facundo o Martín Fierro, pero también castigó la existencia de autores como Leopoldo Lugones o Antonio Di Benedetto
Después de la última crisis, que sacudió y que, sin duda por mucho rato, seguirá sacudiendo las bases mismas sobre las que se sostiene, casi milagrosamente, la sociedad argentina, muchos se preguntan si la actividad cultural, y en particular la literatura, como han venido haciéndolo hasta ahora, podrán seguir ejerciéndose en medio de tantos conflictos bien reales y otros quizás todavía más graves que se insinúan, inquietantes, en el horizonte. Es verdad que, en los últimos meses, la demostración de impotencia política, de aberración económica, y la amenaza de un inminente caos social parecen justificar esa comprensible interrogación.
Tal vez sería posible intentar dar una respuesta, limitándonos a la literatura de la que, en el plano lingüístico, temático y estético, existe en Argentina desde la primera mitad del siglo XIX, una tradición original y vigorosa. Basta citar los nombres de Sarmiento, Hernández, Lugones, Macedonio Fernández, Roberto Arlt, Ezequiel Martínez Estrada, Borges y Bioy Casares, Cortázar y Silvina Ocampo, Juan L. Ortiz, Oliverio Girondo o Antonio Di Benedetto, para comprobar que tanto en la poesía como en el ensayo, en la novela o en la literatura fantástica, esa tradición, de la que aparecen aquí únicamente los nombres principales, es rica y diversa, creadora y viviente.
Pero antes de analizar esa tradición y las condiciones que hicieron posible su existencia, son necesarias algunas reflexiones sobre la crisis que atraviesa el país en la actualidad. Es sabido que en la sociedad capitalista las crisis, como lo eran en otros tiempos las epidemias, son inevitables y frecuentes, y que su mayor o menor gravedad depende, en cada país, de la solidez del aparato productivo. En los países subdesarrollados, la crisis es endémica: un estado febril permanente que, de tanto en tanto, atraviesa una fase aguda. En Argentina, desde sus orígenes, la crisis es latente, ocultada en ciertos períodos de prosperidad que, sin embargo, privaban de sus beneficios a una buena parte de los habitantes. La operación simple con la que los prestidigitadores de la macroeconomía calculaban la renta per capita no era más que una miserable abstracción destinada al papel impreso. Desde los inicios de lo que los sociólogos consideran la Argentina moderna, a finales del siglo diecinueve, los ataques de fiebre fueron frecuentes, y no debemos olvidar la gravísima hiperinflación de 1989 provocada por los medios financieros (que siguen maniobrando con total impunidad hoy en día) para derrocar al presidente Raúl Alfonsín. La crisis actual es sin duda espectacular pero lo que más inquieta de ella son las consecuencias, ya no en el mero plano económico, que puede traer aparejadas.
La verdadera, la profunda, fue la terrible crisis de los años setenta, de la que, en muchos sentidos, los acontecimientos actuales no son más que el resultado, y no solamente porque durante esos años se contrajo la ominosa deuda externa. Entre 1969 y 1982, entre los primeros asesinatos políticos, los primeros episodios de guerrilla urbana y las primeras intervenciones terroristas del estado hasta la insensata guerra de las Malvinas, en abril de 1982, el país entero se hundió en una ciénaga de exasperación y de violencia, de corrupción y de crueldad, de odio y de sangre. Igual que las instituciones sin las cuales ninguna sociedad civilizada puede sobrevivir, toda moral fue arrumbada en un obligatorio receso. Se reveló de nuevo apropiada la protesta inmortal de Sófocles: el orden del mundo fue trastocado, porque en esos tiempos, en Argentina, eran los padres los que enterraban a sus hijos. Casi no hay sociedad que escape, en un momento u otro de su evolución, a ese paroxismo destructor. Pero podemos decir que la sociedad argentina, desde sus orígenes, a causa de lo que podríamos llamar, paradójicamente, un constante estado de transición, de desequilibrios estructurales demasiado visibles, que se ahondan y se perpetúan, se ve obligada a administrar continuamente la violencia, sin lograrlo nunca del todo.
En ese terreno de violencia, más o menos explícita según los períodos, floreció la literatura argentina. La materia misma de nuestros clásicos es la violencia política. De las guerras civiles del siglo diecinueve que, podríamos decir casi sin exagerar, se nutrieron de conflictos muy semejantes a los que nos desquician hoy en día, salieron esos textos fundadores que son las obras de Sarmiento y de José Hernández. La carrera política de Leopoldo Lugones, que escribía en verso refinadas escenas modernistas, lo llevó en sus textos en prosa del socialismo juvenil a finales del siglo XIX hasta el fascismo en 1930, cuando proclamó, en un panfleto famoso, "La hora de la espada". Y las novelas de Roberto Arlt, en los mismos años, están sacudidas por las grandes mitologías del siglo, el fascismo, la revolución social, la angustia de los individuos asfixiados en las grandes ciudades por la alienación capitalista, la amenaza de la guerra total. Un tema insistente recorre la obra lírica de Juan L. Ortiz, en casi setenta años de praxis poética: la injusticia que introduce la desarmonía en la belleza del mundo. Amigo de los comunistas (y siempre mordaz cuando se refería al dogmatismo de sus dirigentes), él, que era el hombre más frágil y bondadoso del mundo aun con sus enemigos, iba preso cada vez que algún tiranuelo local decidía meter en la cárcel a los miembros de la oposición. (Los policías encargados de vigilarlo iban a darles de comer a sus gatos.) No hay que olvidar el viraje político de Julio Cortázar, quien descubrió la Revolución Cubana y la causa latinoamericana a principios de los años sesenta, lo que lo llevó no únicamente a simpatizar con ellas, sino también a introducirlas temáticamente en el corazón mismo de su obra narrativa, y a seguir siéndoles fiel hasta su muerte, sea cual fuere el resultado literario de esa auténtica pasión política. Esa conversión es sin embargo más conocida que la constante militancia de Borges, en favor, pero muy a menudo en contra también, de diferentes corrientes culturales y políticas. A decir verdad, desde los años veinte, en revistas literarias o en órganos de prensa de mayor difusión, abundan sus intervenciones polémicas sobre problemas de actualidad, desde una óptica liberal que lo llevó a oponerse al fascismo y al peronismo, y más raramente al comunismo. Pero hay algo más importante todavía: su obra de ficción y su poesía se nutren en muchos casos de la política, y particularmente, de la violencia que engendran las luchas políticas. Las guerras civiles del siglo XIX le inspiraron muchos textos, entre ellos el comentadísimo "Poema conjetural", que es una desgarrada reflexión sobre la cultura y la barbarie, a partir de la muerte de uno de los padres de la Independencia, Narciso Laprida, en manos de unos gauchos sublevados. En la década del 40 escribió algunos cuentos, fantásticos o no, como por ejemplo, "Deutsches Requiem" o "El milagro secreto", inspirados por la Segunda Guerra Mundial, que para él representaba la actualidad inmediata, lo mismo que en los años 50, la muerte de Eva Perón y la caída del peronismo serán la materia de varios textos en prosa o en verso. Los estudiosos de su obra consideran que la violencia es uno de los principales elementos constitutivos de los textos de Borges.
Aun un escritor como Antonio Di Benedetto, cuyo obra parece elaborar exclusivamente cataclismos privados, fue alcanzado por la violencia en 1976, ya que, por negarse a aceptar, en tanto que responsable del diario que dirigía, una orden del poder militar la noche misma del golpe de estado, debió soportar un año de cárcel, la tortura y el exilio a los 54 años. Para no hablar de Haroldo Conti, Rodolfo Walsh, Francisco Urondo y de tantos otros, arrebatados por la turbulencia de esos años, cuyos rostros, como diría Merleau Ponty, "se borraron de la tierra".
Hace ya casi medio siglo, en 1953, Borges dio una conferencia sobre El escritor argentino y la tradición. Ese texto ampliamente conocido es una contribución tardía al debate sobre la esencia del ser nacional, en boga en los años 30 sobre todo, y marca el regreso definitivo de su autor, de las posiciones nacionalistas que había defendido en su juventud, hacia una concepción más universal de la literatura. La conclusión de Borges es correcta, pero incompleta; para él, la tradición argentina es la tradición de Occidente. (Por cierto que esta afirmación es válida no únicamente para la Argentina, sino para cada parcela del continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, donde el elemento europeo haya penetrado). Pero es incompleta porque parece ignorar las transformaciones que el elemento propiamente local les impone a las influencias que recibe. La propia literatura de Borges es un producto de esa interacción. No es el caso hoy de explicar ese proceso. Pero hay un punto que debería inducir a la reflexión.
La tradición literaria argentina se forjó siempre en la incertidumbre, en la violencia y bajo la amenaza del caos; en muchos casos hizo de ellos su materia. Y es justamente por eso que pertenece a la tradición de Occidente. Cuando pensamos en la historia europea del siglo XX, sobre todo en su primera mitad, no podemos ignorar que la magnífica literatura que ha dejado se construyó entre dos guerras mundiales, y en medio de los más terribles cataclismos sociales y morales que conoció ese continente. Algunos autores los ignoran en sus libros, y otros los comentan o los integran. Pero, en tanto que hombres, ninguno pudo sustraerse a esa sucesión de catástrofes.
Algunos pretenden que ante las crisis económicas y sociales, los escritores deben abstenerse de escribir, para salir a la calle a expresar su protesta de ciudadanos. Salir a la calle está muy bien, pero no debemos olvidar que lo que hace salir a algunos puede resultarles indiferente a muchos otros. Pero por salir a la calle, ningún escritor verdadero dejaría de escribir; podría decirse que esa obstinación inexplicable en seguir escribiendo, sean cuales fueren las circunstancias, es lo que define su condición de escritor. Sólo quien ignora la razón de ser misma de la literatura incurrirá en el error de suponer lo contrario. Cada escritor construye su literatura, por íntima que sea, con el mundo que tiene a su alcance; la tajada de vida empírica que alimenta su imaginación es la savia secreta que justifica cada uno de los signos que estampa sobre el papel. A los escritores argentinos (como a todos los otros probablemente) les tocó vivir en un país agitado por inacabables conflictos. Y hoy sólo siguen siendo legibles aquellos que se aventuraron en la selva de esos conflictos y fueron capaces de forjar a partir de ellos su propia tradición. .
Por Juan José Saer Para LA NACION - París, 2002
Temas de Examen Oral Final
Marcela "El matadero" de Esteban Echeverría relato escrito hacia 1838 y "Casa tomada" cuento de Julio Cortázar
http://escritorioalumnos.educ.ar/datos/recursos/libros/el_matadero.pdf
http://www.fmmeducacion.com.ar/Escritos/Cuentos/casatomada.htm
Gastón El tunel de Ernesto Sábato novela de 1948
http://biblio3.url.edu.gt/Libros/sabato/tunel.pdf
Sergio Crónicas del Ángel Gris de Alejandro Dolina libro de relatos publicado en 1988 http://soydondenopienso.files.wordpress.com/2009/09/cronicas_del_angel_gris.pdf
Agustín Operación masacre de Rodalfo Walsh publicado en 1956.
http://www.alianzabolivariana.org/pdf/walsh_operacion_masacre.pdf
César
Unidad La Ley y Unidad Los orígenes
Juan La traducción de Pablo de Santis novela escrita en 1997
http://librosgratis.net/search/pdf/pablo-de-santis-la-traduccion
Claudia
Brian El Gaucho Martín Fierro de 1872 y La vuelta de Martín Fierro 1879 de José Hernández en 1872 poema narrativo.
http://www.gador.com.ar/iyd/cardiologia/pdf/martin_fierro.pdf
Eliana Siddhartha de Hermann Hesse novela escrita en 1922
http://www.opuslibros.org/Siddharta.pdf
Adrián La increible y triste historia de la candida erendira y su abuela desalmada de Gabriel García Marquez novela de 1972
http://bibliotecabzl.bligoo.com/media/users/4/203611/files/21419/gabrielgarcamrquezlacndidaerndira.pdf
Adrián S.
Romina El Gaucho Martín Fierro de 1872 y La vuelta de Martín Fierro 1879 de José Hernández en 1872 poema narrativo.
http://www.gador.com.ar/iyd/cardiologia/pdf/martin_fierro.pdf
Silvina La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca obra teatral escrita hacia 1936
http://www.vicentellop.com/TEXTOS/lorca/La%20casa%20de%20Bernarda%20Alba.pdf
Ronan "Cabecita negra" cuento de German Rozenmacher y "Casa tomada" cuento de Julio Cortázar
http://www.elortiba.org/rozen.html
http://www.fmmeducacion.com.ar/Escritos/Cuentos/casatomada.htm
Adrian Sanchez
El coronel no tiene quien le escriba novela de Gabriel García Marquez (1961)
http://stansw.files.wordpress.com/2012/04/garcia-marquez-gabriel-el-coronel-no-tiene-quien-le-escriba.pdf
http://escritorioalumnos.educ.ar/datos/recursos/libros/el_matadero.pdf
http://www.fmmeducacion.com.ar/Escritos/Cuentos/casatomada.htm
Gastón El tunel de Ernesto Sábato novela de 1948
http://biblio3.url.edu.gt/Libros/sabato/tunel.pdf
Sergio Crónicas del Ángel Gris de Alejandro Dolina libro de relatos publicado en 1988 http://soydondenopienso.files.wordpress.com/2009/09/cronicas_del_angel_gris.pdf
Agustín Operación masacre de Rodalfo Walsh publicado en 1956.
http://www.alianzabolivariana.org/pdf/walsh_operacion_masacre.pdf
César
Unidad La Ley y Unidad Los orígenes
Juan La traducción de Pablo de Santis novela escrita en 1997
http://librosgratis.net/search/pdf/pablo-de-santis-la-traduccion
Claudia
Brian El Gaucho Martín Fierro de 1872 y La vuelta de Martín Fierro 1879 de José Hernández en 1872 poema narrativo.
http://www.gador.com.ar/iyd/cardiologia/pdf/martin_fierro.pdf
Eliana Siddhartha de Hermann Hesse novela escrita en 1922
http://www.opuslibros.org/Siddharta.pdf
Adrián La increible y triste historia de la candida erendira y su abuela desalmada de Gabriel García Marquez novela de 1972
http://bibliotecabzl.bligoo.com/media/users/4/203611/files/21419/gabrielgarcamrquezlacndidaerndira.pdf
Adrián S.
Romina El Gaucho Martín Fierro de 1872 y La vuelta de Martín Fierro 1879 de José Hernández en 1872 poema narrativo.
http://www.gador.com.ar/iyd/cardiologia/pdf/martin_fierro.pdf
Silvina La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca obra teatral escrita hacia 1936
http://www.vicentellop.com/TEXTOS/lorca/La%20casa%20de%20Bernarda%20Alba.pdf
Ronan "Cabecita negra" cuento de German Rozenmacher y "Casa tomada" cuento de Julio Cortázar
http://www.elortiba.org/rozen.html
http://www.fmmeducacion.com.ar/Escritos/Cuentos/casatomada.htm
Adrian Sanchez
El coronel no tiene quien le escriba novela de Gabriel García Marquez (1961)
http://stansw.files.wordpress.com/2012/04/garcia-marquez-gabriel-el-coronel-no-tiene-quien-le-escriba.pdf
domingo, 2 de septiembre de 2012
Epígrafe de "Circe" traducción
Epígrafe de "Circe" traducción
Y un beso que tenía de su boca, mientras tomaba a la niña de la mano. Pero mientras lo mordía, mi cerebro se volvió y tropezó mi pie, y yo sentí que mi caída estrellándose a través de las ramas enredadas bajo sus pies, y vio los rostros blancos muertos que me dio la bienvenida en la fosa.
Dante Gabriel Rossetti
The Orchard-Pit
El poema entero en idioma original (inglés): http://allpoetry.com/poem/8562051-The_Orchard-Pit-by-Dante_Gabriel_Rossetti
Algunos datos informales del autor en: http://es.wikipedia.org/wiki/Dante_Gabriel_Rossetti
Tutorías
Uno
Introducción al estudio de la materia
Lectura de un programa
Lectura y discusión de un cuento breve: "Esa boca" Mario Benedetti
Dos
Cómo hacer un comentario literario
Lectura y discusión de "Corazonada" de Mario Benedetti
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/benedett/corazona.htm
Introducción a "Circe" de Julio Cortázar
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/circe.htm
Introducción al estudio de la materia
Lectura de un programa
Lectura y discusión de un cuento breve: "Esa boca" Mario Benedetti
Dos
Cómo hacer un comentario literario
Lectura y discusión de "Corazonada" de Mario Benedetti
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/benedett/corazona.htm
Introducción a "Circe" de Julio Cortázar
http://www.ciudadseva.com/textos/cuentos/esp/cortazar/circe.htm
viernes, 24 de agosto de 2012
Programas para los Alumnos
Programa de Lengua y Literatura
Curso 2do o 4to año
Prof. María del Rosario Sánchez
UNIDAD UNO
Introducción. El lenguaje: lengua cotidiana/lengua literaria. ¿Qué es la literatura? ¿Qué es la comunicación?
La patria. ¿Una patria o varias patrias? La escritura militante: El matadero, de Esteban Echeverría.Escritura: texto argumentativo, texto expositivo.
UNIDAD DOS
La mujer. La mujer escribiente, la mujer escrita. 1. Circe, entre la magia y el poder: “Circe”, de Julio Cortázar. Entre el dolor y el prejuicio: Alfonsina Storni y Delmira Agustini. “Tú me quieres blanca”, “Pudiera ser” y “Voy a dormir”; “Mi musa triste” y “Otra estirpe”.Escritura: síntesis, texto argumentativo, ensayo.
Los orígenes. Los relatos del origen. Una antropofagia local: “El hambre 1536”, de Manuel Mujica Lainez. La mirada sobre el México precolombino: El laberinto de la soledad, de Octavio Paz. 4. La utopía literaria de los orígenes: “Fundación mítica de Buenos Aires”, de Jorge Luis Borges y “Por tierras de España”, de Antonio Machado. Escritura: cuento, reseña.
UNIDAD TRES
La escena familiar. La tragedia, entre lo familiar y lo político. Una familia, una tragedia: Antígona, de Sófocles. La comunidad bajo la lupa: el teatro del distanciamiento. La excepción y la regla, de Bertold Brecht. Escritura: descripción, texto argumentativo, texto expositivo.
Las pasiones. De amores, locuras y muertes. Locura, imaginación, escritura: Quijote, de Miguel de Cervantes Saavedra. La sombra del poeta: “Delectación morosa”, “Luna maligna”, “A Buenos Aires”, “A los gauchos”, “La palmera”, de Leopoldo Lugones. Escritura: texto comparativo, poema.
Bibliografía *Paula Croci. Marcela Groppo. Laura Isola. Martín Paz. Literatura. Una perspectiva mítico-trágica. Buenos Aires, Estrada: 2011.
Programa de Literatura
Curso
3ro o 5to año
Prof.
María del Rosario Sánchez
UNIDAD UNO
A. ¿Qué es la literatura? La tradición literaria argentina.
¿Qué es la crítica literaria?
“El escritor argentino en su tradición” de Juan José Saer
reecritura de “El escritor argentino y la tradición” de Jorge Luis Borges;“¿Qué
es literatura?” de Daniel Link.
El inicio de la tradición: El matadero de Esteban Echeverría
B. La ley: leyes, rituales y castigos.
Una literatura rabiosa: El
juguete rabioso de Roberto Arlt. La ley del más fuerte o el precio de
crecer: “Irlandeses detrás de un gato” de Rodolfo Walsh. Escritura: texto argumentativo y reseña.
UNIDAD DOS
A. La identidad: en la búsqueda de la argentinidad.
Civilización y barbarie: Facundo de
Domingo Faustino Sarmiento. Escribir el peronismo: “Casa tomada” de Julio
Cortázar y “Cabecita negra” de German Rozenmacher.
B. Los amores: El amor al amigo:
“Llanto por Ignacio Sánchez Mejías” de Federico García Lorca; “Elegía” de
Miguel Hernández.
UNIDAD TRES
A. La tierra: tierras prometidas. El indio, el gaucho y la
propiedad de la tierra: Martín Fierro
de José Hernández. Reescribir la
tradición: “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz” y “El fin” de Jorge Luis Borges.
B. La escritura en
tiempo de crisis: Operación masacre
de Rodolfo Walsh.
Bibliografía. Literatura
5.Una perspectiva realista-fantástica. De Paula Croci, Marcela Groppo, Laura Isola,
Martín Paz Buenos Aires: Editorial Estrada, 2011.
lunes, 20 de agosto de 2012
Textos literarios básicos
Cuarto año / Segundo de Polimodal / Adultos 2000 B
Quinto año/Tercero de Polimodal /Adultos 2000C
“Estructuras textuales o superestructuras"
“Estructuras textuales o superestructuras. Conceptos de T. Van Dijk”
Las superestructuras son esquemas constituidos por categorías formales que organizan el contenido del texto. Cada tipo de discurso tiene una superestructura particular que lo diferencia de otros. Por ejemplo, la narración evidencia una superestructura diferente a la que presenta la exposición.
Las categorías que conforman estas estructuras son independientes del contenido. Así, un mismo contenido puede organizarse en distintas superestructuras generando discursos diferentes que desarrollan el mismo tema. Aunque las estructuras textuales son independientes del contenido, influyen en la organización de éste. Por ejemplo, al describir un crimen, el énfasis está dado en las características del hecho; en cambio, al narrar el mismo hecho, el texto resultante puede focalizarse en los motivos que originaron tal acto.
2.1. Superestructura narrativa
La superestructura narrativa involucra las siguientes categorías:
Presentación o Marco: implica una situación inicial en que se presentan los personajes, el tiempo y el espacio en que transcurren los hechos y el problema (o conflicto) que desencadena el relato.
Episodio: se exponen las acciones de los personajes, la meta u objetivo de los mismos, los obstáculos que enfrentan y sus posteriores consecuencias. Cada episodio cuenta con una situación inicial (presentación del problema o conflicto), y su resolución (positiva o negativa). Los episodios se encadenan unos con otros y van constituyendo la trama del relato.
Final: se establece un estado nuevo y diferente al problema que desencadena la narración, lo que implica que ese evento es superado.
La identificación de las categorías expuestas se presenta en el siguiente texto:
Clara, de 19 años (personaje), ingresó al hospital de Segovia a consecuencia de una picadura de avispa en el dedo meñique del pie (problema). (PRESENTACIÓN).
Los médicos efectuaron una serie de maniobras para evitar la reacción alérgica (meta). Entre ellas administrarle un antídoto contra el veneno de avispas (acción). Sin embargo, los esfuerzos fueron inútiles porque el veneno le produjo una reacción alérgica (obstáculo), causándole la muerte por una falta de oxigenación del cerebro (resultado). (EPISODIO).
Los padres de la joven están consternados y aún no se explican la muerte tan repentina de su hija. (FINAL).
2. 2. Superestructura descriptiva
Las categorías de la superestructura descriptiva varían dependiendo de lo que se describe. Por esto, se distinguen diferentes tipos. Básicamente, se identifican cuatro superestructuras descriptivas: la de escena, de objetos, de espacios y de personas. A pesar de esta diversidad, existe la categoría de atributo, que está presente en la mayoría de los tipos de descripciones.
En la descripción de objetos, personas y espacios, la categoría que posibilita la descripción es la de “atributo”. Es decir, se presenta la persona, el espacio o el objeto y se agregan los atributos necesarios para que la descripción sea completa.
No sucede lo mismo con la descripción de escena, ya que en este tipo de superestructura es central la acción que realizan los personajes. Así, se distinguen tres categorías básicas en la descripción de escena:
Espacio.
Personajes.
Acciones.
El espacio alude al lugar en que se produce la escena, los personajes son los destacados en la escena y la acción expresa los actos de esos personajes. Es necesario distinguir entre los personajes centrales de la escena y aquellos que son parte del espacio; a estos últimos se los considera como secundarios.
La siguiente es una descripción de escena en que se presentan las categorías características de este tipo de superestructura.
En la playa había una pareja (PERSONAJES) que conversaba alegremente (ACCIÓN). Él estaba en traje de baño y ella en bikini, ambos eran jóvenes. Detrás de ellos se veían unos quitasoles, y personas jugando (PERSONAJES DEL ESPACIO). Más atrás, había cerros y casas (ESPACIO).
2.3. Superestructura expositiva
Los discursos expositivos presentan una estructura textual que se compone de tres categorías básicas.
Introducción.
Desarrollo.
Conclusión.
La introducción expone el tema que se va a tratar. El desarrollo incluye los contenidos que permiten informar sobre el tema presentado en la introducción. Por último, en la conclusión se sintetiza lo desarrollado.
En el texto expositivo que se presenta a continuación se distinguen las categorías propias de este tipo de discurso.
Actualmente la basura es un problema en nuestro país, sin embargo, para poder enfrentar este problema es necesario conocer las estrategias que se han llevado a cabo en otros lugares (INTRODUCCIÓN).
En Japón y Alemania se ha usado la basura como generador de energía. Existen diferentes maneras de lograr que la basura se convierta en energía. Una forma es quemando los desperdicios, originando altas temperaturas que, mediante una caldera de vapor, mueven una turbina y producen corriente eléctrica. Otra forma es mediante los llamados “biodigestores”, que son enormes silos donde se tira basura orgánica - desperdicios de granjas o cloacas - que al descomponerse genera un gas que contiene metano y que se usa principalmente para calefaccionar viviendas o alimentar un pequeño generador (DESARROLLO).
En síntesis, la transformación de la basura en energía hace que el problema de la basura sea enfrentado de una manera productiva y creativa (CONCLUSIÓN).
2.4. Superestructura argumentativa
Las argumentaciones evidencian una estructura textual que está compuesta por:
Tesis.
Argumentos.
Conclusión.
La tesis es la idea que se defiende a través de los argumentos. Estos son contenidos que apoyan la tesis planteada. Por su parte, la conclusión se deriva de los argumentos. Tanto los argumentos como la conclusión no deben contradecir la tesis, ya que si es así la argumentación no es efectiva.
El siguiente texto argumentativo presenta las categorías antes expuestas.
El drama del pueblo Kurdo no ha terminado (TESIS). Al finalizar la Guerra del Golfo fueron brutalmente reprimidos por Irak, (ARGUMENTO 1), como consecuencia de ello, marcharon hacia Turquía, donde nuevamente encontraron hostilidad. De hecho el gobierno turco emprendió acciones militares contra ellos (ARGUMENTO 2).
De este modo, los kurdos siguen siendo un pueblo perseguido que mantiene su destino errante (CONCLUSIÓN).
En síntesis, los distintos tipos de discursos evidencian superestructuras que los caracterizan y los diferencian. Estas tienen como función fundamental organizar el contenido en cada una de las categorías de la estructura textual, y cualquiera de ellas puede estar operando en un discurso enunciado en situación pública.
Funciones del Lenguaje
“Las funciones del lenguaje”
FUNCIONES
|
INFLUENCIA/ PERSONAS
|
ENFOQUE/ EXPRESIÓN
|
MODALIDAD ORACIONAL
|
EJEMPLOS/ TIPOS DE TEXTOS
|
Expresiva o emotiva
|
Emisor:
1a persona verbal
|
Subjetivo:
sentimientos y emociones.
Connotativa
|
Exclamación
Interjección
Interrogación
Dubitativa
Desiderativa
Suposición
Probabilidad
|
¡Qué bien! ¡ay! delicioso, cargantes. Estoy aquí. Ya veré
Expresivo
Poético
Descriptivo
Coloquial
Diarios
|
Representativa o referencial
|
Contexto (realidad concreta o abstracta)
3a persona
|
Objetivo:
informativo o comunicativo.
Denotativa
Referencias dentro del texto
|
Enunciativa (declarativa o asertiva).
Interrogativa afirmativa: directa o indirecta.
|
Está lloviendo / Ha venido corriendo.
Científico
Expositivo
Narrativo
|
Apelativa o conativa
|
Receptor
2a persona
|
Persuasivo
Exhortativa
|
Exhortativa
Imperativa
Mandato
Orden, ruego, petición.
Formas vocativas
|
Tú dirás / díselo / Oiga, señor / Márchate / Hazlo
Publicitario.
Coloquial.
Político.
Discurso.
|
Metalingüística o explicativa
|
Código o signos de la lengua (palabras utilizadas)
3a persona
|
Objetivo
Explicativa (sirve para aclarar las palabras usadas).
|
Enunciativa
Asertiva
Explicativa
Preguntas informativas
Vocabulario específico
|
¿Qué es un vértice sino un punto en que se cortan dos lados?
Científico
Temas especializados
|
Estética o poética
|
Mensaje (forma del contenido)
1a, 2a, 3apersonas
|
Objetivo / subjetivo
Literaria (recursos o figuras)
Connotativa
|
Todo tipo de modalidades oracionales, usadas según la intención:
propiedad,
corrección,
objetividad,
expresividad,
belleza o creatividad.
|
La luz del sol ilumina o La luz lanza destellos luminosos.
Expositivo
Narrativo
Poético
|
Fática o de contacto
|
Canal
1a, 2a, 3apersonas
|
Subjetivo / objetivo
Comunicativa
|
Frases hechas
Muletillas de apoyo
Apoyaturas de contacto
|
¿No es así? ¿Verdad? Ya, ya / El caso es que...
Conversación
|
Extraído de: Ángel Cervera: Guía para la redacción y el comentario de texto. Espasa.
“Comunicación”
“Comunicación”
El esquema de comunicación fue ideado por Roman Jakobson, un
lingüista ruso.
Cada vez
que se produce una comunicación por breve o intrascendente que parezca, todos
los elementos del esquema se ponen en funcionamiento, aunque no en la misma
medida ni de igual manera.
Todos los componentes se encuentran relacionados y si se
activa uno, entran en funcionamiento los demás.
EL EMISOR Y El RECEPTOR: ACTORES DE LA COMUNICACIÓN
En un acto de comunicación siempre interviene el EMISOR y el
RECEPTOR, aunque su participación puede suceder sin consentimiento, consciencia
o intención de cualquiera o ambos actores.
Un EMISOR puede emitir mensajes, aunque no tenga intención
de hacerla tanto como un RECEPTOR puede ser destinatario de un mensaje que no
desea recibir.
Tampoco es posible determinar para el EMISOR cual es el
alcance real de su MENSAJE, por no ser posible determinar con exactitud quién o
quienes son el RECEPTOR.
Como puede suceder, por ejemplo con una carta que llega a
manos de otra persona que no era él destinatario pensado por el EMISOR. El
EMISOR es el que inicia la comunicación con alguna intención voluntaria o
involuntaria. El RECEPTOR es el destinatario del MENSAJE aunque éste puede no
ser el pensado por el EMISOR o tener otras características de las esperadas.
Es importante señalar que tanto el EMISOR como el RECEPTOR
deben comprenderse en un sentido amplio. No tienen por qué conocerse
personalmente.
Una publicidad de cigarrillos puede tener como EMISOR a los
que comercializan la marca MARLBORO y como RECEPTOR, miles de personas que
vieron la publicidad por televisión.
El EMISOR o RECEPTOR pueden ser:
- DETERMINADOS o INDETERMINADOS.
Por ejemplo, en un recital de Luis Miguel. El EMISOR es
concreto: Luis Miguel. Pero el RECEPTOR, que es público presente, es múltiple e
imposible identificar. Por lo tanto, el EMISOR es determinado y el RECEPTOR,
indeterminado.
- PERSONAL/IMPERSONAL:
Se trata cuando los interlocutores (el EMISOR y el RECEPTOR)
se reconocen, tienen una relación directa y pueden determinar quienes y cómo
forman parte de esa comunicación.
Por ejemplo, es personal, la conversación por teléfono entre
un padre y un hijo. Ambos se conocen y se reconocen aún en la distancia, como
tales.
En cambio cuando se toma un taxi y se le dice al taxista
adónde ir, la relación es impersonal porque ambos no se conocen más allá del
viaje.
EL CANAL: ¿POR DÓNDE PASA LA COMUNICACIÓN?
El CANAL, se refiere a la vía parla cual se va a establecer
la comunicación. Es decir: 1º) a los componentes físicos que intervienen en la
comunicación (el aire, una frecuencia, una onda, la proyección de luz, etc.),
2º) a lo fisiológico (la vista, el oído, el tacto, etc.) y 3º) a lo psicológico
(la predisposición a comunicarse o el estado de ánimo).
El CANAL puede ser:
NO MEDIADO: es cuando el EMISOR y el RECEPTOR se encuentran
en el mismo espacio físico. Ejemplo: la comunicación que se establece en un
aula entre alumnos y maestro.
El canal está MEDIADO cuando por ejemplo, en una transmisión
por radio o televisión, el canal de la comunicación se establece entre
interlocutores vinculados por ondas electromagnéticas.
EL CÓDIGO: ¿CÓMO DESCIFRAR EL MENSAJE?
El CÓDIGO es lo que tienen en común el EMISOR y el RECEPTOR
para poder comunicarse. Es decir, las reglas que deben compartir para permitir,
por un lado la utilización del lenguaje y por otro, la posibilidad de
interpretación.
El CÓDIGO siempre es necesario para la comunicación porque
sino no se entiende lo que se está diciendo.
El guiño de un ojo, como cualquier otro gesto, para ser
comprendido con determinada intención (complicidad, aviso, alerta, etc.) es el
CÓDIGO que da la clave de interpretación que debemos utilizar para que la
comunicación se establezca.
Cuando el EMISOR o el RECEPTOR en una comunicación, tiene
dudas sobre si se está entendiendo el mensaje, recurren al CÓDIGO para definir
el sentido. Los CÓDIGOS funcionan como un lenguaje paralelo al cual se acude en
caso de dudar sobre la emisión o recepción del mensaje.
Por ejemplo, si en medio de una conversación entre dos
personas, una pregunta "¿Me entendés?" o "¿Qué querés decir con
eso?", lo que se está haciendo es interrogar sobre si se está utilizando
el mismo CÓDIGO de interpretación en la comunicación.
Un CÓDIGO tiene un léxico y reglas de comunicación, (la
gramática).
Por ejemplo, cada palabra de un diccionario, tiene una
definición específica. Ese es el léxico.
Por otra parte, las reglas, aunque dependen del lenguaje que
estemos utilizando, se refiere a la ubicación y combinación que ocupan cada una
de las señales. Es la gramática.
EL CONTEXTO: TODO LO DE ALREDEDOR
El CONTEXTO, al igual que el CÓDIGO, forma parte de lo que
comparten el EMISOR y el RECEPTOR
El CONTEXTO está conformado por todos los elementos
"externos" que directamente o de manera imperceptible influyen en la
comunicación. Estos elementos definen la relación entre el MENSAJE y los
interlocutores (EMISOR y RECEPTOR).
La enumeración de todos los elementos que conforman el
contexto puede ser infinita, como la descripción de todo lo que nos rodea.
Pero, sin duda, no todo influye de la misma forma por lo que se debe establecer
un orden de prioridades que definan al CONTEXTO.
El CONTEXTO puede ser determinado por las características de
un lugar: un país, un paisaje, una ciudad, una institución, una casa, la
decoración, la iluminación, los muebles, un olor, un ruido, una música, etc. O
también un horario, el clima, si hay mucha gente, si es de noche, si uno de los
interlocutores tiene hambre, se siente mal, etc.
EL MENSAJE: EL OBJETIVO DE LA COMUNICACIÓN
Por
último, el MENSAJE es el producto final de la comunicación: el sentido. Utiliza
todas las expresiones y variaciones del lenguaje que hacen posible que se pueda
decir lo mismo de diferentes maneras. El MENSAJE es lo que produce, circula y
reproduce el sentido en el proceso de comunicación.
Bibliografía
- R. Jakobson: “Ensayos de lingüística general”. Ed.
Planeta. Barcelona. 1985.
- Guiraud, P.: “La semiología”. Ed. Siglo XXI. 1998.
EN http://www.educar-argentina.com.ar/SET2007/educ251.htm
Bienvenidos
En este Blog se publicará material teórico, crítico y o práctico que servirá de apoyo para la cursada de Lengua y Literatura. Pueden aprovechar este espacio para compartir material, siempre anotando citando la fuente.
A continuación Cronograma de las TUTORÍAS del Segundo Cuatrimestre de 2012
A continuación Cronograma de las TUTORÍAS del Segundo Cuatrimestre de 2012
UNO: 21 de agosto
DOS: 28: de agosto
TRES: 4 de septiembre
CUATRO: 11 de septiembre
CINCO: 18 de septiembre
SEIS: 25 de septiembre
SIETE: 2 de octubre
OCHO: 9 de octubre
NUEVE - EVALUACIÓN:16 de octubre
Evaluación escrita sobre los items del programa del alumno
Evaluación oral: presentación de un tema elegido en el
transcurso de las tutorías.
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